Friday, September 29, 2006

Amor o Dependencia

Texto extraido del periodico el universal
Amor, ¿pasión o enfermedad?Considerado en principio como un sentimiento de afecto protector y compartido, también puede derivar en patologías como los celos y el acoso; se derivan el "yo te quiero", "yo te deseo" o "yo no puedo vivir sin ti", como expresiones de ese sentimiento y dependencia del uno hacia el otro

El amor, esa gran palabra, se considera en su ámbito más tradicional como un conjunto de sentimientos que intensifican las relaciones interpersonales que, partiendo de su propia insuficiencia, desea el encuentro con otro ser que le haga sentirse completo.
Partiendo de esta base, se genera el deseo romántico, que puede tener diferente intensidad. Así, se derivan el "yo te quiero", "yo te deseo" o "yo no puedo vivir sin ti", como expresiones de ese sentimiento y dependencia del uno hacia el otro.
Una segunda acepción del amor es aquella que nace de la responsabilidad y la dignidad de la propia persona, en busca de un sentimiento protector y bueno para fomentar una sensación de plenitud al compartir. Bajo esta perspectiva, es una sensación que contribuye a la autoestima y aumento de la felicidad.
El que ama, desea el bien y la felicidad del ser amado, en un amor que no daña ni esclaviza.
Si por otras circunstancias, celos o desviaciones síquicas, se produce este sentimiento de acoso, pasión irracional o desbocada, el amor puede convertirse en una patología mental y física.
Para el escritor Erich Fromm, el amor es un "arte", y como tal una acción voluntaria que se emprende y se aprende, no una pasión que se impone contra la voluntad de quien lo vive.
El amor es así una decisión, elección y actitud. En su conocido libro El arte de amar, Fromm habla del amor como un estado mental que crece o decrece según se retroalimente el núcleo amoroso. Ello depende de factores como el comportamiento de la persona amada, sus deseos sexuales, necesidad de compañía, voluntad de ascenso social, aspiración constante de plenitud, etcétera.
Por otro lado, existen muchas variaciones de amor. El amor entre familiares, nacido de la gratitud hacia los padres o el cariño a los hijos. Amor hacia los amigos, por necesidad humana de socializar. Amor romántico, con el deseo de que otro ser nos colma de satisfacción, nos complementa, nos da felicidad y dependencia. Amor puramente sexual, sólo basado en el deseo pasional. Amor al prójimo, nace con la facultad de caridad, de empatizar. Amores hacia algo abstracto o inanimado (patria, honor, bandera, meta, principios), hacia los animales, platónico, hacia Dios o amor universal, que muchas personas pueden llegar a sentir por medios místicos y filosofías orientales como el Karma o el Nirvana.
En biología, el concepto de amor no es una noción técnica, sino un concepto del lenguaje ordinario polisémico, es decir, con muchos significados, por lo cual resulta difícil explicarlo por conceptos estrictamente biológicos. Desde esta perspectiva, lo que llamamos amor parece ser un medio para la supervivencia de los individuos y de la especie.
Si la supervivencia es el fin biológico más importante, es lógico que la especie humana le confiera al amor un sentido elevado y trascendente, que contribuye a esa misma supervivencia. Similar concepto biológico se da entre los animales, que se aparejan y reproducen del mismo modo.
Antropólogos, siquiatras y biólogos coinciden en que el despertar de este sentimiento amoroso en el ser humano se relaciona con los niveles de hormonas como la serotonina, la dopamina y la oxitocina, que inciden en la intensidad de la atracción amorosa, sexual, enamoramiento, amor estable y desamor.
Desde una perspectiva psicológica, según los expertos, el amor abarca tres fases : la intimidad, que promueve el acercamiento o vínculo, la pasión, como estado intenso de deseo de unión con la otra persona, y la decisión o compromiso que implica la fuerte voluntad de sellar ese amor.
Cuando el amor se convierte en acoso, celos desmedidos, pasión irracional o desbocada, hiperprotección y persecución, es cuando el amor puede derivar en un trastorno peligroso, que llega incluso hasta el maltrato o la muerte del ser querido.
Los llamados crímenes pasionales están a la orden del día en todos los noticieros, y es una de las lacras más duras que afectan a la pareja.
En definitiva, el amor es un sentimiento mental y físico excelso y maravilloso, un auténtico "arte" amoroso, pero puede derivar en conducta irracional. Como bien dice el refrán popular, "Del amor al odio no hay más que un paso".