Wednesday, February 07, 2007

Articulo de emeequis

por Viétnika Batres la69@eme-equis.com.mx



Un año. Doce meses. Cincuenta y dos semanas. Trescientos sesenta y cinco días. ¿Cuántas cosas pueden pasar en un año? ¿Cómo te cambia?Un par de adolescentes celebra un año de novios. Es su primera relación de verdad. Sus sentidos están frescos, receptivos. Su energía sexual es inagotable. El deseo los sorprende a la vuelta de la escuela, a la salida del Metro, entre las butacas del cine, en el asiento trasero de un auto. El tiempo no cuenta. Es más, no existe. Pero la experiencia ha empezado a acumularse. Y les ha puesto en alerta contra esos inconvenientes del amor duradero: el resentimiento acumulado en cada pelea sin importancia, los celos, la infidelidad, las aspiraciones incompatibles. No se lo dicen uno al otro porque están ocupados en besarse.Una pareja de jóvenes profesionistas llega a su primer aniversario de vida en común. ¿Ha sido fácil? La respuesta es difícil. Se quieren (mucho), se atraen (el sexo es inmejorable)... Se toleran. Y a veces francamente no se pueden ver ni en pintura. La pugna por el poder está al orden del día: se trata de ver quién tiene la razón, quién dice la última palabra, quién se sale con la suya. Y por qué no, si ambos tienen igual peso en la toma de decisiones. ¿Me toca el súper? ¿Estás segura de esa película? ¿Vamos con tus papás o con mis hermanos? El estira y afloja es desgastante, ¡e-xas-pe-ran-te! No obstante, algo los salva: las reconciliaciones todavía saben a orgasmo y helado de chocolate.Un aniversario de bodas más. Entre tantas cosas por hacer –levantar a los niños y mandarlos al colegio, ir a trabajar– ninguno de los dos se acuerda. A mediodía sólo uno hace escala en casa para preparar la comida y vigilar que se haga la tarea. El otro cae a la hora de la cena, apenas para besar a las criaturas somnolientas. En algún momento nota el florero con rosas rojas y la tarjeta. Entonces se acerca para murmurar que agradecerá el detalle bajo las sábanas. Y lo hará, pese al cansancio.Casi sin darse cuenta un hombre ha sobrevivido al primer año de su divorcio. Anota en la agenda una cita prometedora. Entonces se da cuenta: hace un año estaba formalizando la separación. No fue la tragedia que imaginaba. Lo difícil, en todo caso, ocurrió antes, mucho antes de llegar frente al juez. Mira la fecha del próximo sábado y ratifica: le satisface su vida de soltero. Cuando abre la puerta de su depto, ese su pequeño reino, un vago placer le invade. Tira el abrigo donde le viene en gana, se quita los zapatos en la sala, lava los trastes en la noche, deja la tapa del excusado arriba. No hay gritos o reproches indescifrables. Disfruta el silencio que permea las paredes aun con la tv encendida. Le encanta dormir con calcetines y poder invitar a cuanto ser vivo se le antoje. El momento más feliz ahí: el que comparte con sus hijos cada fin de semana.Una mujer brinda en un bar. Se le ve radiante, lista a conquistar si no el mundo, al menos a uno de los treintañeros y cuarentones que atiborran el lugar. No le significará un gran reto: viste un escote rojo inacabable, dorados tacones de aguja y unas gotas de Crystal Noir. Además, cuenta con un cuerpo recuperado en el gimnasio y esa sonrisa que se niega a abandonarla: ya no hay marido que llegue a las seis de la mañana oliendo a alcohol, cigarro, sudor propio y ajeno. Ni críticas ofensivas a su forma de vestir. Ya nadie “le da permiso” para salir. Hace once meses, 30 días y 23 horas con 59 minutos que está sola y brinda por seguir así.Un grupo de locos cumple un año de convivir, de trabajar juntos, de ofrecer su mejor esfuerzo. emeequis ha tenido el privilegio de estar hecha con la intensidad y la pasión de los que empiezan. Trescientos sesenta y cinco días. Cincuenta y dos semanas. Doce meses. Un año.

Friday, September 29, 2006

Amor o Dependencia

Texto extraido del periodico el universal
Amor, ¿pasión o enfermedad?Considerado en principio como un sentimiento de afecto protector y compartido, también puede derivar en patologías como los celos y el acoso; se derivan el "yo te quiero", "yo te deseo" o "yo no puedo vivir sin ti", como expresiones de ese sentimiento y dependencia del uno hacia el otro

El amor, esa gran palabra, se considera en su ámbito más tradicional como un conjunto de sentimientos que intensifican las relaciones interpersonales que, partiendo de su propia insuficiencia, desea el encuentro con otro ser que le haga sentirse completo.
Partiendo de esta base, se genera el deseo romántico, que puede tener diferente intensidad. Así, se derivan el "yo te quiero", "yo te deseo" o "yo no puedo vivir sin ti", como expresiones de ese sentimiento y dependencia del uno hacia el otro.
Una segunda acepción del amor es aquella que nace de la responsabilidad y la dignidad de la propia persona, en busca de un sentimiento protector y bueno para fomentar una sensación de plenitud al compartir. Bajo esta perspectiva, es una sensación que contribuye a la autoestima y aumento de la felicidad.
El que ama, desea el bien y la felicidad del ser amado, en un amor que no daña ni esclaviza.
Si por otras circunstancias, celos o desviaciones síquicas, se produce este sentimiento de acoso, pasión irracional o desbocada, el amor puede convertirse en una patología mental y física.
Para el escritor Erich Fromm, el amor es un "arte", y como tal una acción voluntaria que se emprende y se aprende, no una pasión que se impone contra la voluntad de quien lo vive.
El amor es así una decisión, elección y actitud. En su conocido libro El arte de amar, Fromm habla del amor como un estado mental que crece o decrece según se retroalimente el núcleo amoroso. Ello depende de factores como el comportamiento de la persona amada, sus deseos sexuales, necesidad de compañía, voluntad de ascenso social, aspiración constante de plenitud, etcétera.
Por otro lado, existen muchas variaciones de amor. El amor entre familiares, nacido de la gratitud hacia los padres o el cariño a los hijos. Amor hacia los amigos, por necesidad humana de socializar. Amor romántico, con el deseo de que otro ser nos colma de satisfacción, nos complementa, nos da felicidad y dependencia. Amor puramente sexual, sólo basado en el deseo pasional. Amor al prójimo, nace con la facultad de caridad, de empatizar. Amores hacia algo abstracto o inanimado (patria, honor, bandera, meta, principios), hacia los animales, platónico, hacia Dios o amor universal, que muchas personas pueden llegar a sentir por medios místicos y filosofías orientales como el Karma o el Nirvana.
En biología, el concepto de amor no es una noción técnica, sino un concepto del lenguaje ordinario polisémico, es decir, con muchos significados, por lo cual resulta difícil explicarlo por conceptos estrictamente biológicos. Desde esta perspectiva, lo que llamamos amor parece ser un medio para la supervivencia de los individuos y de la especie.
Si la supervivencia es el fin biológico más importante, es lógico que la especie humana le confiera al amor un sentido elevado y trascendente, que contribuye a esa misma supervivencia. Similar concepto biológico se da entre los animales, que se aparejan y reproducen del mismo modo.
Antropólogos, siquiatras y biólogos coinciden en que el despertar de este sentimiento amoroso en el ser humano se relaciona con los niveles de hormonas como la serotonina, la dopamina y la oxitocina, que inciden en la intensidad de la atracción amorosa, sexual, enamoramiento, amor estable y desamor.
Desde una perspectiva psicológica, según los expertos, el amor abarca tres fases : la intimidad, que promueve el acercamiento o vínculo, la pasión, como estado intenso de deseo de unión con la otra persona, y la decisión o compromiso que implica la fuerte voluntad de sellar ese amor.
Cuando el amor se convierte en acoso, celos desmedidos, pasión irracional o desbocada, hiperprotección y persecución, es cuando el amor puede derivar en un trastorno peligroso, que llega incluso hasta el maltrato o la muerte del ser querido.
Los llamados crímenes pasionales están a la orden del día en todos los noticieros, y es una de las lacras más duras que afectan a la pareja.
En definitiva, el amor es un sentimiento mental y físico excelso y maravilloso, un auténtico "arte" amoroso, pero puede derivar en conducta irracional. Como bien dice el refrán popular, "Del amor al odio no hay más que un paso".

Thursday, September 07, 2006

El Duelo
por: Laura Aldonza Méndez


Tantas han sido las cartas escritas,
tantas han sido las palabras,
tantos han sido los sueños.
Tanto ha sido el tiempo que perdí en cada despedida
por querer negar el enorme amor que siento por ti.
Hoy, aquí, no lo niego,
puedo gritarlo a los cuatro viento,
en silencio...
Te amo tanto
que panico siento al pensar
en todo lo que podría ser capáz de aceptar
con el sólo motivo de tenerte junto a mí.

Pero me pregunto...¿para qué?,
para qué aspirar a un amor que sé nunca tendré,
para que soñar si mi sueño se rompió,
para qué caminar tras alguien
que no quiere ser alcanzado
y me pregunto para qué...

Cómo confiar en ti ?
cuando de tu boca sé que no lo puedo hacer,
no lo niego, me hubiera encantado escuchar otra respuesta.
El espejo se rompió y lo peor ,
no fue por tu mano..

Las personas parecen de papel,
juegas y juegas sin pensar que se pueden romper.
Que dura fragilidad es la que escondo,
no recuento ya lo pasado,
no más cronicas,
no más risas, no más llanto.

En realidad estás ahí?
me oyes?
me puedes realmente oir?
de todos modos no importa
Yo estoy aquí
me recuerdas?

Extraña fragilidad donde te has ido?
Quisiera hacer de nievo el viaje astral pero algo me detiene
no puedo...
no puede verme,
no hueles amor,
no hueles cariño.

Detestas haberlo hecho,
detesto sólo a una persona,
no eres tú, soy yo,
no puede cambiar.

La musica siguió sonando
segundos gastados
memoria incorruptible
soltaste un poco de verdad con otro tanto de mentira
falsa intencion
atmosfera artificial
esfuerzo ambiguo.

Sólo debiste correr, ignorar las señales, no presentar sintomas
hablar solamente para desir que estabas roto
¡Sabias tan bien!
Niño con juguete nuevo
curiosidad cardiaca
Acaso no viste la luz amarilla?

El desencanto ocurrio
indiferencia premeditada
mecanismos de defensa
No tenias que responder
y ahora...
la solucion está dada.

No más drama,
en la serenidad y calma encuentro las respuestas
apoyo, lealtad y amistad
es lo que ofresco.
No puedo darte más
sólo una cosa falta
gracias...
Gracias por todo
sabes que me encontraras
en el fin de los caminos,
donde ya no exista otra salida
sabes que me encontraras
en una casa, en un numero, en una palabra.
Gracias...

Saturday, July 29, 2006

Amantes: reportaje

Ellas

El cielo cayó aquella noche sobre mi espalda, hacia frío, una lagrima corrió por mi mejilla al colgar el teléfono, sus últimas palabras aún retumbaban en mi cabeza y un fuerte dolor en el pecho me obliga a llevarme las manos al corazón, “sabias cual era mi posición desde un principio, ojalá encuentres a la persona que te de lo que yo no pude, suerte y adiós”.
Parada, estática, casi sin respirar, no quería moverme, no quería pensar, no quería sentir, cualquier posibilidad de movimiento sería tan doloroso que entraría en shock.
No pude contener el llanto, sí, sabia que esto pasaría, sabia que la relación con un hombre casado tendría que terminar algún día, los recuerdos comenzaron a surgir...

Dos amigos juegan a devorarse el mundo. Una aventura, amistad que enlaza un sentimiento y el deseo de comenzar en lo prohibido.
Los mejores amigos, los mejores amantes, uno tras el otro, juntos podian comerse al mundo, explisiones de fuerza y pasión, encontranado nuevas formas de vivir, alegría y tristeza, siempre en presencia del otro.
Poco a poco la situación cambió, no me pregunten en que momento ocurrió, porque no lo sé, comencé a sentir esas cosquillas tan significativas al verlo, pensaba en él con mayor frecuencia y por tiempos más prolongados, un beso ya no sabia sólo a un beso, ahora era dulce, sabía como el más exquisito postre, me provocaba un efecto de idiotez y al mismo tiempo me sentía caminar entre nubes, en ese momento lo supe, y me dije :¡ Eres una idiota, pasó... te enamoraste!
El tiempo transcurrió y ese cariño de amigos que en un principio sentía, se convirtió en enamoramiento para culminar en amor.

Con un esfuerzo supremo camine hacia el espejo y en frente de él me reproche mil y una veces permitir su partida, me pregunte en qué momento cambie a mi amigo por una pareja, las cosas serían tan fáciles si no me hubiera enamorado.
No quiero perder a ese ser que me incita a vivir, porque el ha sido lo mejor de mi vida, no me arrepiento de lo que hice, de comenzar una relación con él, de vivir intensamente a su lado, de regalarle todo lo que soy, de obsequiarle mi corazón sin pedirle el suyo, no me arrepiento de haber sido feliz, no me arrepiento...pero lo perdí.
¡Que lastima! No tenía de donde elegir, no podía seguir esperando algo que tal vez nuca llegaría, por una única razón, “porque nuca me lo ofreció”.
Yo me confundí, yo fui la que me equivoque, lo amo tanto que forme una vida a su lado sin percatarme que podía formarla conmigo, quería ser libre, pero es imposible si existe el engaño, eso, lo entendí después de dos años, ¡que bueno! Pudieron haber sido muchos más y ahí sí el dolor me mataría.
No me quedó otra salida, no me dio más posibilidades, y sólo tome la que creí mejor, si algún día fuimos amigos antes de ser amantes, podríamos volver a serlo, por qué no, aunque en lo así profundo de mi ser se aloja la esperanza de que algún día regrese como mi amigo y mi amante.
Miro el espejo, las lagrimas se agotaron, ahora es tiempo de decidir y decido... ser feliz.



Dentro de este mundo, país y particularmente en esta ciudad, existe un sin numero de historias humanas, las más frecuentes son la un amor inconcluso, prohibido o desencantado, relaciones hombre –mujer (difícil de entender), unidas por un sentimiento.

Uno de las temas más polémicos en nuestra sociedad es el amor prohibido, existen muchos situaciones de esta índole pero en esta ocacion me enfocare a el trío amoroso, a la mujer marcada por la sociedad por el único error de haberse enamorado, LA AMANTE.
Ser la amante para muchos podría sonar desgarrador, La Amaanntteeeee.... ¿terrorífico no?, podría decir que para el común denominador esta palabra es sucia, indecente, y como posición humana, la más baja y cínica posible.

La definición de la palabra “Amante”, es un hombre o mujer que ama, pero socialmente se le llama de ésta manera a la mujer u hombre que entabla una relación sentimental sexo-erótica con una persona casada.
¿Correcto o incorrecto? Todo depende del cristal con que se mire, en esta situación todo es muy relativo.
No pretendo reducirlo a bueno o malo, darle un carácter moral o justificar acciones que talvez llevarían a una lucha entre féminas.
El principal propósito es tratar obtener otra mirada.

Se ha creado un estigma alrededor de “La Amante” como una mujer, fría, calculadora, una “perra”, la golfa que sólo quiere destruir matrimonios, conseguir una buena posición económica, o sólo divertirse, toda una fichita por no decir un mounstró.
Es verdad que algunos entes se acercan a esta descripción, ¿qué mujer no ha pasado por una decepción y termina diciendo: “todos los hombres son iguales”?. Nada más alejado de la realidad, de la misma manera, no todas somos iguales, “las amantes también lloran”.
Imaginemos una escena donde encontramos a un hombre, ese príncipe azul que siempre soñamos, amigo incondicional, un hombre que renueva las ganas de vivir, inteligente, sensible, gallardo, tierno, divertido, frágil y fuerte, ¿que partido no?. Pues ese hombre mítico, es casado.

Teóricamente, la primera reacción normal de alguien que no quiere sufrir sería alejarse y correr lo más pronto posible para evitar ser seducida por sus encantos, se escucha bien en la teoría pero en la practica es diferente.
Cuando menos lo esperas, “lastima..., ¡demasiado tarde!”, sin pensarlo se ha convertido en tu mejor amigo, poco después en parte fundamental de tu vida, el tiempo pasa y cuando menos te lo esperas estás perdidamente enamorada de aquel hombre imperfecto y lo peor, eres correspondida.

El conflicto comienza, te percatas de lo importante que es en tu vida : “Lo amo, pero es casado, quiero formar una vida con él, pero él no puede formarla conmigo, quiero ser libre para vivir, pero estoy engañando a otra persona, quiero tenerlo junto a mi, pero el no puede estar ahí”.

Entre el quiero y puedo existe una gran diferencia, lo que se quiere siempre se puede, sólo que al decidir existen prioridades, cuando no se puede es porque existen factores externos que lo prohíben pero cuando la decisión está en sus manos ahí se utiliza el “no quiero”.
Es comprensible cuando el hombre en cuestión te dice : ”quiero estar contigo pero no puedo, estoy casado y no me puedo separar por múltiples razones”. Realmente desean y quieren estar contigo pero existe una prioridad, entonces cada quien toma decisiones según su prioridad, “quiero estar contigo” pero si lo hago tendré algunas consecuencias y no quiero tenerlas, por lo tanto, quiero terminar nuestra relación aunque no lo deseo, pero con esto evitare estas consecuencias.
Es lógico que dentro de esta sociedad no te van a decir “no quiero" como gramaticalmente debería ser usado pero es aceptable el no puedo.
Con esto podemos entender que dentro de este tipo de relaciones existen prioridades, por tal o cual razón, pero al fin y al cabo prioridades.

Las amantes suelen ser conformistas: “ Me conformo con un poco de cariño, de tiempo, espacio, comparto sus noches, pensamientos, su vida dividida, no pido más”.
Los verdaderos problemas comienzan cuando al transcurrir el tiempo las reglas marcadas en un principio se vuelven obsoletas, cuando se necesita encontrar un sentido real a la relación, vislumbrar un futuro con la persona amada.

Luchar, arriesgar, entregar el alma y la pasión, muchas veces aquella persona a quien con desprecio llaman “la amante” se entrega en un combate cuerpo a cuerpo, a una lucha desgarradora, amigos, familia, conflictos, vida, por conservar un amor al que se aferran con todas sus fuerzas, a ese que posiblemente no luche, por un sin numero de razones, ese amor que desde un principio planteo una postura y lógicamente no cambiará.

Es difícil encontrarse en una situación similar, pero uno toma decisiones y como resultado tenemos que afrontar las consecuencias de forma responsable y más honesta posible, algunas de estas mujeres deciden que su felicidad es estar al lado de ese hombre por el resto de su vida aunque siempre se encuentren en la oscuridad, otras optan por la separación total acompañada de la frase ¡ojalá y nunca nos volvamos a ver!, aunque otras toman caminos diferentes, ¿cuales? Esa pregunta sólo la podrá contestar el corazón de aquellas mujeres que se arriesgaron a creer y a amar.

Al final de todo la pregunta existente es ¿estoy haciendo lo mejor para mí? Cualquier decisión que uno toma para si mismo, siempre es la mejor mientras sea honesta, a veces nos aferramos a lo más parecido a nuestro hombre soñado, ¿por qué aferrarse a alguien que no se aferra a ti?, ¿por qué pensar que es el hombre de tu vida cuándo la articulación de un todo no te favorece y aunque luchaste y luchaste sigue sin favorecerte?, ¿por qué decir que eras absolutamente feliz cuando de vez en vez llorabas por estar escondida?.
Parafraseando a Monica Brawn columnista de la revista chilango: "cuando una mujer ama a un hombre casado, no queda más que disfrutar esa relación hasta el último momento, pues cuando las dudas y el dolor se vuelve insoportable no queda más que terminar y ya".

Thursday, June 01, 2006

ANALOGIA

A lo largo de nuestra existencia experimentamos situaciones que nos hacen crecer y madurar, pensar que la vida es un hermoso espectaculo donde podemos vivir de fiesta, dar a la persona amada las herramientas para que edifique su felicidad.
Algunos toman esas herramientas, las ven, las estudian las guardan en su bolsillo, pero no hacen nada con ellas. Otros no las aceptan y deciden devolvertelas, y sólo algunos las revisan, las ven, las estudian y edifican una vida de ensueño y cuando intentan regresartelas sólo te queda decir, " hisite algo grande, labraste tu felicidad con lo poco que te dí, no las quiero de vuelta, son tuyas, y estare aquí para labrar algo juntos"
¿Cual de esas tres personas eres?
Sólo el tiempo dara las respuestas.
ANALOGIA
Necesito las palabras y por más que las busco no las encuentro en el destello de tus ojos.
Trato de construir un lenguaje con el cual podriamos encontrar la salida.
Edifico un historia donde el mounstro de la existencia no devore la ilución, nada de ello encuentro.
Miro al cielo y observo las nubes que anuncian la tormenta, las gotas comienzan a caer sin poder detenerlas, mayo se convierte en invierno.
Me encuentro sola, sentada junto al balcon en el lugar de siempre, miro con frecuencia la recepción esperando tu llegada, aunque sé no vendras.
El cafe se enfria, estoy temblando, tomo un cigarro, es mi decisión, lo enciendo, su humo me ciega y las gotas caen, en cada bocanada el corazón me palpita ¡se saldra del pecho!, creo que voy a desfallecer.
El olor queda impregnado en mi ropa, en el cabelo,en mi piel, fumo y el cigarro se enciende, muestra señales de vida pero es algo inerte, no habla , no sonrie, no ama.
Por qué aferrarme a él si sé que terminará, por qué evitar que se consuma.
Una mujer se acerca, es el unico cigarro, observo como sus labios, su aire convierten el tabaco en ceniza, es el unico y lo creí mio.
Lo deja en el cenicero y por el momento se retira, lo tomo de nuevo y me percato que en el filtro está un labial que no es el mio, trato de difuminarlo, es indeleble, esta ahí como un tatuaje y él se sigue consumiendo.
Trato de sonreir pero la brillantes de mi sonrisa cambió de color a un tono de tristesa y nostalgia.
Me levanto de donde me encuentro, con él en la mano, intento fumar en un lugar prohibido y pienso... "No puedo fumar aquí, tal vez alguien persiva mi aroma conbinado con el de él y no tarde en reclamar. Intento apagarlo pero... prefiero seguir fumando y salgo de ahí a un lugar donde lo acepten.
Regreso a mi lugar de origen, el cafe está frio, el cigarro se consumio, tengo que irme y tu no apareces, no puedo esperar más, sin una esperanza por la cual seguir no quiero hacerlo , el tiempo corre y la vida pasa, no puedo esperar más, lo siento.
Tomo la cajetilla entre mis manos observo la leyenda, dice: "¡Cuidado! el consumo de éste puede dañar al corazón", demaciado tarde, los latidos cesarón, mi piel se torna fria, estoy sola...

Wednesday, April 19, 2006

"Violencia psicológica en el noviazgo", Reportaje

por: Laura Aldonza Méndez
Te celo por que te quiero...¿amor o sometimiento?

Golpes, marcas en el cuerpo, un hospital, flores...
Nada de eso necesité para darme cuenta lo que sucedía en mi relación con José.
Mi nombre es Vanesa, soy una joven universitaria de 21 años, alegre y soñadora, pero mi vida no es como yo quisiera.
Es un día común, te levantas con grandes esfuerzos intentando hacer tus labores cotidianas, pienso y... tengo miedo, mucho miedo, quiero que todo esto termine pero..., no quiero que él se aleje de mí, camino hacia la ventana y me doy cuenta que llueve, tal vez Dios llora conmigo y siente mi dolor.
Me pregunto, ¿qué me ata a ese hombre?. El amor que le tengo es la respuesta a mi estúpida pregunta; ¡podrá cambiar!, ¡tengo fe en que eso suceda!, dejará de hacerme daño.
Él no siempre fue así, en un principio era atento, amable, me trataba como una princesa ¡fui feliz!. Aún lo soy ,“a veces”, sólo que extraño tantas cosas... hacer el amor era maravilloso, lo es aún, pero creo que es lo único que nos mantiene bien. En la recámara se transforma, se muestra tal y como lo conocí, en la intimidad es él y nada más que él.
¿Cuándo comencé a ser dependiente?, en qué momento ocurrió, dónde mi vida comenzó a girar en torno a la suya, pánico siento al pensar que me abandone o yo abandonarlo.
Miro de nuevo la lluvia y no puedo contener el llanto, me reprocho con rabia y dolor dejar de amarme por amarlo, he puesto en peligro mi existencia por él, he dejado mis valores, creencias y proyectos para darle gusto.
Lo amo... porque sin él, mi vida se derrumba, me da fuerza, siempre señala mis errores, una frase muy suya que recuerdo a diario es: “no creas que eres la mejor porque nunca lo serás, no eres talentosa, te lo digo por tu bien”, creo que tiene razón.
Lo amo tanto pero, también el rencor me atormenta. Los momentos en que me ha necesitado siempre estoy ahí, y cuando yo verdaderamente lo necesito ¿dónde está?, nunca cumple sus promesas, es celoso y algo mitómano.
Aunque por otro lado siento que exagero al pensar todo eso, me convenzo que soy yo la que ocasiona que se ponga así, “tenemos una sana relación y es necesario que te acostumbres a mí, a una nueva forma de vida, tienes que poner de tu parte”, me dice sin dejar que yo hable.
Todo lo que he logrado ha sido gracias a él, todo está bien entre nosotros, mientras no me vea platicar con un amigo, porque entonces... sí me da miedo, y veo venir la típica escena, en la calle, en mi casa o la escuela, según sea el caso, ya he memorizado todos sus pasos a seguir. Para comenzar me amenaza con cometer una locura, siguiente escena, le habla a mi amigo para amenazarlo, peor aún, a la novia de mi amigo para contarle cosas que nunca sucedieron, me amenaza de nuevo y acto seguido después de uno o dos días pide perdón, en ese momento me doy cuenta que está arrepentido y todo como antes.
Lo necesito tanto y él a mí...
Es un nuevo día, hoy ya no llueve, pero el cielo es gris, él no está, aún no se de qué manera puedo superar lo que pasó, parecía una pelea como las otras, sólo que esta vez mi amigo Alberto estuvo involucrando.
José se puso como loco, me llamó golfa, me gritó frente a mi casa y amigos, “te vas a arrepentir, voy a matar a ese cabrón, te odio...” sólo escuché un sonido, y un fuerte ardor en el rostro; me pegó.
Le pedí se detuviera un momento..., ¡escúchame! ¡déjame explicarte!, ¡confía en mi!, ¡créeme!, le decía, mientras él caminaba hacia Alberto, traté de detenerlo, le suplique que no se fuera, que no me dejara. Acepté que tenía la culpa, no debería tener un mejor amigo y no llevarme así con él, pero... no sirvió de nada. Mi amigo terminó en el suelo, exageradamente golpeado.
Al verme parada, llorando a media calle, sin dignidad ni orgullo, recordé lo que mi mamá siempre me dijo: “hija mía, el amor es sufrimiento”. Tiene razón, creo que realmente la tiene...


Expresiones que frecuentemente escuchas de la pareja: ¡mi mamá cocina mejor!, ¿por qué te empeñas en llevarme la contraria frente a tus amigos?, “no te pongas esa falda”, “si no te quisiera, no te celaría”, son las que van creando violencia dentro de tu relación.
El maltrato no es un fenómeno social significativo de nuestra época, siempre ha existido, la gran diferencia es que hoy sale a la luz.
Para poder hablar de este tema tendríamos que definir el término violencia, Angélica García, investigadora del Instituto Mexicano de Investigación de Familia y Población (IMIFAP) lo precisa como cualquier acto u omisión que tenga por objetivo controlar, dominar y dañar.
En México existe un notable desconocimiento sobre los tipos de violencia que se dan en una relación sentimental. La más común, aunque menos mencionada, y no por ello menos peligrosa es la psicológica. Se esconde bajo un disfraz el cual la mayoría de las veces no percibimos, produce gran desgaste, mella en el carácter y baja autoestima de la persona, dejándola desprotegida y prácticamente invalidada para defenderse, así comienza todo un proceso violento.
Te someten y tu ni en cuenta.
Día con día actitudes de tu pareja que no te agradan forman parte de tu vida, las aceptas sin que lo notes. Existen muchas formas de subyugar a la pareja, el acoso, es una de ellas, el cual consiste en atosigar, perseguir con criticas, amenazas, calumnias a la persona, logrando el desplome y la aniquilación de su moral, autoestima y seguridad .
Con ello, la víctima experimenta sentimientos de miedo, desconfianza, angustia, duda y mucha culpabilidad, pues una de las numerosas tácticas del acosador es hacer que la pareja se crea responsable de la situación. Todo con un fin primordial, que el violentado renuncie a sus derechos.
Después de esto sigue la manipulación, tras haber despojado a la víctima de su valor como ser humano, podrá manejarla a su antojo, haciendo comentarios como: “somos una pareja , tienes que acostumbrarte a mi forma de ser”. En la manipulación no hay más que dos caminos, una persona da y la otra recibe, una gana y la otra pierde.
Otra forma de sometimiento es el chantaje sentimental, aquí el acosador depende emocional y sentimentalmente de la víctima, no la deja respirar, asfixiándola con cariñitos y demostraciones desmedidas de afecto, invadiendo intimidad, tranquilidad y absorbiendo su tiempo para realizar las labores cotidianas. Si la persona rechaza estas actitudes la pareja, se queja, llora, implora, amenaza con retirarle su cariño o con "cometer una tontería", llegando incluso a intentos de suicidio, actúa impulsivamente provocando situaciones extremadamente desagradables, justificándose después con la frase:”todo lo hago por amor”.
La sobreprotección es un ejemplo de agresión insospechada, ésta es la forma de violencia más sutil y elaborada, navega con bandera de buenos deseos, sin permitir el desarrollo de la persona como ser autónomo y libre.
Perfil de la víctima.
Comúnmente agradece intensamente las pequeñas amabilidades que él agresor llegue a tener hacia ella, niega que haya violencia y si la admite, busca la manera de justificarla.
Cree que las personas que desean ayudarla están equivocadas , “él” siempre tiene la razón. Le resulta difícil abandonarlo aún después de tener el camino libre.
Compara casos parecidos al suyo para convencerse de que su situación es normal. Busca en sus actitudes, palabras, gestos, el motivo del maltrato y se pregunta el porqué de la violencia que según piensa ha provocado. Renuncia a sus pensamientos, ideas y deseos para someterse a los de su pareja. Adopta las emociones del verdugo al grado de sentirlas como propias.
El Agresor...
Estas personas tienen una cultura conservadora y educación basada en el patriarcado, comúnmente sufren de baja autoestima, se sienten miserables y se autodenominan fracasados, de esa manera tienden a humillar a su pareja para obtener seguridad. El agresor suele ser patológicamente celoso y como consecuencia gran parte de los actos violentos se inician por la percepción errónea de una infidelidad y gran miedo de que alguien le quite el afecto de su pareja de ahí la frase: ”si no te quisiera, no te celaría”Otra característica del agresor es el aislamiento emocional, utiliza el sexo como arma de agresión. Frecuentemente adquiere una doble personalidad: amable-violento, se mantiene en una relación de dependencia con la víctima. Normalmente, el agresor no tiene conciencia de lo que hace, no cree que su conducta sea violenta y aísla a su pareja para controlarla.
Luis Javier Huerta trabajador de la SEP en la Unidad de Atención al Maltrato comenta: “Existen factores de riesgo para que una persona actúe de manera agresiva como, tener antecedentes de conducta violenta contra objetos o animales en la adolescencia; un sistema social dominado aún a la fecha por la lucha de poder entre géneros y haber sufrido maltrato en la infancia. Cabe señalar que no todas las personas expuestas a estos factores se convierten en generadores de violencia” exclamó.
Las heridas sanan, pero quedan cicatrices. La violencia psicológica no deja marcas visibles, pero si secuelas que lleva un largo tiempo superar. Según estudios del IMIPAF el haber sufrido agresión psicológica provoca personalidades adictivas, depresión, trastornos en la alimentación, problemas nerviosos, enfermedades que no se explican, dermatitis sin razón aparente e infecciones de transmisión sexual, ésta última por la negación de la pareja a usar preservativo, como forma de control y dominio, todo esto a nivel físico. A nivel anímico se da: baja autoestima, inseguridad, miedo, angustia, pensar que sin el la vida se derrumba, aislamiento, disminución al rendimiento laboral y hasta suicidio u homicidio.
¿Mi relación es violenta?
Padeces en silencio de una situación dolorosa e imaginas que las cosas cambiaran por si mismas, te sorprendes haciendo algo que no te gusta o va en contra de tus principios y aún así no puedes negarte a hacerlo, justificas de mil maneras tu sometimiento, aún cuando te produce malestar, inseguridad, emociones, afecto, ternura y apego injustificado .Si has llegado a pensar que la situación en la que te encuentras es porque te lo has buscado, porque te lo mereces y no tiene solución, posiblemente estás dentro de una relación violenta.
Esta situación tiene remedio y la toma de conciencia es el primer paso hacia la libertad, para después identificar al agresor, posteriormente se buscará ayuda profesional, tanto psicológica como jurídica.
Para concluir...
En cifras, las encuestas del INEGI muestran que el 54.9% de las violentadas viven en unión libre, 52.3% tiene una educación básica, 49.6% son económicamente activas, 44.5% son casadas y el 39.7% se dedican al hogar, actividades no económicas o a estudiar.
Las mujeres que viven en situación de cualquier tipo de violencia, tienen un riesgo1.5 veces mayor de tener muy mala salud con respecto a las que no la viven.
En México no existe una cultura de prevención en lo que ha violencia refiere, para comenzar, la educación de los padres hacia los hijos, creando al hombre macho o a la mujer sumisa.
La violencia es responsabilidad de quien la ejerce y que continúe depende de quien la acepte. ¿Hasta qué punto la relación de pareja es sana?, ¿Cuándo comienza la relación violeta y enfermiza?, ¿En qué momento comienza la dependencia?, ¿Por qué aceptar el maltrato por amor?.
En definitiva, después de haber sufrido cualquier tipo de violencia, la vida no se termina. Victima, espectador o victimario, en cualquiera de los casos, ayuda profesional es la mejor opción. Es necesario afrontar una realidad evidente cuando el daño aún puede repararse, pero sobre todo, saber existen alternativas para obtener una mejor calidad de vida.

La felicidad no esta en nadie, se encuentra en ti.

Este espacio esta creado especial mente para la mujer que decea aprender e informarce.
Las mujeres son seres humanos con derecho a la igualdad y a la liberdtada de tomar deciciones, con la capasdidad de vivir y desarrollarnos.
La felicidad no esta en nadie, se encuentra en ti.